Pasó mucho tiempo, demasiado, fui golpeado, maltratado y juguete de muchas personas a antojo y eso terminó.
Terminó cuando lograste dibujar una sonrisa tan sincera en mi, una sonrisa que no fue solo una alegría de momento o algo simple, fue que por primera vez en tanto tiempo, sonreí de felicidad.
Llevó tiempo encontrarte, llevó tiempo aguantar, mi escudo ya se estaba quebrando, no sabía cuanto mas iría a aguantar, no tenia sabido hasta donde sería capaz de resistir, estaba cansado, con mucho dolor y cayendo, ya no podía atravesar obstáculos, no podía, tuve que chocarlos, seguir avanzando y recibir una herida más, verla cerrar, cicatrizar y seguir el camino, no detenerme, aunque la marcha la iba disminuyendo en gran medida yo supe que pronto renacería, volvería a ser feliz antes de tener que partir, yendo a la deriva, tropezando desde un niño, como hoy siendo un hombre.
Pero no me rendí, no desistí y me alegra que hayas llegado a tiempo, para que hoy, yo con fuerza, alce mi nuevo escudo de un acero templado forjado con valentía, una espada dorada con incrustes de gemas producto de la esperanza y las alegrías venideras, una armadura impenetrable hecha a base de fuerza de voluntad, trabajo, dedicación y un sentimiento protector.
Porque, a quien realmente protege este escudo, esta espada y esta armadura, es a ti, aunque el miedo no desaparece, tengo valentía y la fuerza, que hacen que pueda ser capaz de enfrentarme a las criaturas mas feroces que quieran atentar contra ti.
Soy el guerrero que va a aguantar fiel y firmemente con una convicción indestructible para protegerte.
Gracias por dibujarme sonrisas
