Aveces uno tiene que aguantar muchas cosas y callar, ya sea para no herir al resto, o bien para no hacerse ver lo débil que puede llegar a ser, y así la historia sigue, acumulando heridas, que con el tiempo se van convirtiendo en cicatrices, que pasados los años, solo recuerdas lo amargo de la situación cuando te detienes a verlas. Tantas heridas, y lo único que logras con el tiempo es hacer creer al resto que eres fuerte, indestructible, aunque, ¿será cierto? situaciones así te harán más duro? aguantarás más? porque he soportado tanto dolor, tantas heridas que se abren y sangran hasta dejarme seco de amor y cariño para brindar, así mismo hasta lágrimas ya ni caen, hace tiempo el dolor dejó de hacer efecto en tanto dolor, en tantos tajos que te hace la vida y la gente sobre la débil carne.
¿Que queda por hacer?
Solo queda seguir aguantando, todo «tanke» sabe bien que si se cae, y se deja ver débil y vulnerable, pierde la confianza de sus compañeros, la confianza de saber que ese «tanke» no va a ser derribado, y sus compañeros detrás seguirán avanzando, el cual, es eso lo que lo mantiene vivo, sus compañeros, su familia.
¿Un consejo?
Si quieres que un «tanke» muera, déjalo solo, si quieres hacerlo invencible, acompáñalo.
